Este año fue definitivo para demostrarnos que la adaptación y la anticipación deben ser dos aliados que tenemos que tener siempre presentes. Ahora debemos concentrarnos en ganar resistencia del negocio, y generar confianza en el consumidor gracias a estos ejes:
Para empezar, tenemos el Liderazgo, y hace referencia a la anticipación de futuros riesgos, junto con su posible respuesta. Se trata de prevenir en lugar de lamentar; adelantarse a posibles situaciones en las que la empresa pueda verse envuelta, ya sea a nivel interno como externo, y ser ágiles a la hora de idear una respuesta o solución a dicha situación. Esto nos ayudará a estar preparados en todo momento, teniendo un respaldo sólido en caso de que algo pase.
El segundo eje es el Engagement, y como sabemos, se trata de un compromiso que va más allá de comprar por preferencia, es crear un compromiso emocional en el que el cliente sienta la necesidad de preferir una marca, por encima de cualquier otra, debido a todo lo que esta le hace sentir.
El último, pero no menos importante, es la Relevancia, se basa en darle sentido a cada decisión de compra de nuestros clientes, unir a los consumidores con las marcas por medio de la empatía, la afinidad y la agilidad. Estamos hablando, por ejemplo, de que cuando llueve, nuestros zapatos Converse se mojan, y aun así los seguimos comprando por X o Y motivo; llegar a ese punto de afinidad es lo deseado, y es allí donde aparece la relevancia.
Un tema que también está teniendo mucha importancia es el consumo responsable: la reparabilidad de los productos y la compra de segunda mano son cuestiones contundentes que poco a poco se están abriendo paso en el mundo del consumismo. Y vinieron para quedarse.